De Parte Del Consejo

Recientemente, me invitaron a Haití para enseñar en una conferencia de pastores y líderes. Por lo general, saludo a tal invitación con entusiasmo, pero he hecho el viaje a Haití muchas veces, y nunca es fácil. La vida haitiana, en general, es difícil. El título de este artículo es un oxímoron. Un viaje a Haití es cualquier cosa menos unas vacaciones.

Una vez hablé con un experimentado orador de la conferencia de Calvary Chapel que viaja por el mundo difundiendo el amor de Dios. Lo respeto mucho. Me dijo que estaba listo para ir a cualquier lugar…excepto Haití. Había ido una vez en el pasado, y una vez fue suficiente. Entendí por qué. Los misioneros que visitan Haití tienen historias que contar. Cuanto más vayas allí, más probable es que tengas una historia desagradable…algo de mala comida y con la venganza de Montezuma, una tarántula gigante arrastrándose por el suelo, la serenata nocturna de tambores vudú. En Haití, te sientes como si fueras una picadura de mosquito de los nueve meses de debilitación. Así que sí, era reacio a ir a Haití.

Sin embargo, Dios habló a mi corazón: “Sandy, estás ansioso por ir cuando te inviten a Colorado Springs, o al sur de California, o al lago Tahoe (lugares de vacaciones en comparación). ¿Por qué no estás tan entusiasmado por compartir Mi Palabra en Haití?” Estaba arruinado, así que cargué mi maleta con galletas de queso y barras eléctricas, empaqué un repelente de mosquitos, movilizé a los guerreros de oración y compré un boleto Delta a Port Au Prince por un período de tiempo que era necesario. Estaba con destino a Haití.

Y como siempre es el caso cuando obedezco, estoy muy contento de haberlo hecho. Desearía tener espacio para escribir de todas las cosas profundas de las que el Señor me habló durante los pocos días que di a Haití, pero dos observaciones destacaron. Primero, los propios haitianos. Es increíble que en un país de tanta pobreza, la gente sea un lote esperanzador y vibrante. Me recordaron que la tasa de suicidios en Haití es cero. Aunque los haitianos se enfrentan a las condiciones más abyectas de cualquier país del hemisferio occidental, sus corazones rebosan de optimismo. Haití es un recordatorio de que tener cosas y ser feliz son dos temas completamente diferentes.

Segundo, me impresionó el pueblo que Dios ha enviado para hacer Su obra en Haití. El pastor de Calvary Chapel Port Au Prince, Serge Poteau, podría estar viviendo en los Estados Unidos disfrutando de las comodidades de la criatura que hacen mi vida tan fácil, pero en cambio, vive en el orfanato la iglesia corre que alberga a los niños abandonados.

También disfruté ministrando junto a un pastor de Boston que debería ser un haitiano honorario. Fue el cuadragésimo viaje de Steve Coles o un número increíble como ese. Mientras que la mayoría de los estadounidenses compran un tiempo compartido en Florida, el corazón de Steve lo lleva más al sur para el descanso y la relajación. El amor lo atrae a Haití. Aparte de Jesús, es imposible entender por qué.

Me quedé con una maravillosa familia haitiana que podría estar viviendo en los Estados Unidos, pero una misteriosa vocación los mantiene en Port Au Prince. Kerline fue una vez secuestrada por hooligans que esperaban cambiarla por un rescate gordo. Cuando ella les presenció a Jesús, la dejaron ir. Su marido, el pastor Lesly, es un apologista cristiano que está llegando a la multitud más joven y educada en Puerto Au Príncipe. Está influyendo a los que influyen. Oren para que su obra dé mucho fruto.

También conocí a un joven haitiano pastoreando Calvary Chapel en Cap Haitian. Vaya, me gustaría traer al pastor Leo a América,y ponerlo en el personal de nuestra Calvary Chapel, pero está sirviendo un papel vital en un lugar que lo necesita desesperadamente.

Lo que me lleva a la dama que Dios solía hablarme más fuerte. En mi último día en Port Au Prince, visité la Misión Bautista, un ministerio fundado por Wallace y Eleanor Turnbull. En mi viaje, había dado setenta y dos horas de mi vida a los haitianos. Los Turnbull han dado setenta y cuatro años. A pesar de que me alojé en una de las mejores casas de Port Au Prince, fue ascendido a primera clase en mis vuelos de ida y vuelta, y comí comida especialmente preparada para el paladar americano, todavía habría dicho, “Estaba vivieno en una forma simple en Haití”. Pero los Turnbulls realmente lo han hecho. Llegaron a la isla en la década de 1940. Criaron a tres hijos en escuelas haitianas. Uno de sus muchachos está enterrado en los terrenos fuera de la humilde morada en la que viven. ¡Imagínate las historias que podrían contar!

Tuve la oportunidad de almorzar con Eleanor. Mientras nos sentamos a la mesa una foto de ella cuando llegó por primera vez a Haití colgado en el fondo. En ese momento, ella era una hermosa joven de unos veinte años. Hoy, Eleanor tiene noventa años. Estaba almorzando con una anciana de esa edad y dificultades se han arrugado como una ciruela. Ella había dado sus mejores años, de hecho, toda su vida, a una isla que estuve visitando a regañadientes durante tres días. Por eso le pregunté a Eleanor: “¿Recuerdas cuando Dios te llamó por primera vez a Haití?” Hizo una pausa por un momento para medir sus palabras, y ella se detuvo entonces respondió: “Dios no me llamó a Haití, me llamó a sí mismo. Me llamó a la obediencia.” Su respuesta me tomó por sorpresa. Continuó: “No se trataba de las grandes cosas que podía hacer en Haití, sino de seguirlo. Me quería con Él, cerca”.

Eleanor me dijo mucho más, pero esas son las palabras que nunca olvidaré. Dios usó los rigores de Haití para frenarme y comprobar mis motivos. Usó la dedicación de gente más dedicada que yo para ablandar mi corazón. Y usó a una dama llena de gracia, sazonada por el sufrimiento, para hablarme y despertar una comprensión que no había contemplado en un tiempo. El ministerio no se trata de lo que hacemos, o cuánto, o dónde lo hacemos, o incluso lo que sacrificamos. ¡Realmente se trata de con quién lo hacemos! El punto de toda obediencia es que Jesús nos quiere cerca.

Samuel le dijo a Saúl: “Obedecer es mejor que sacrificarse”. El sacrificio es acerca de lo que siento que tengo derecho, pero elige rendirme. Mientras la obedencia se trata de amor por la persona que me pide. Obedecer es seguir, y seguir es amar. Y si eso lleva a Haití o Hawái el punto es el que estoy siguiendo, no a dónde me lleva o lo que hago.

Hoy, estoy de vuelta en Estados Unidos, y feliz de informar que evité las picaduras de mosquitos y la venganza de Montezuma. Físicamente, regresé ileso, pero mi corazón fue santificado y marcado en Haití. Las verdades que dijo Eleanor trajo lágrimas a mis ojos; entonces y ahora. Que Jesús me quiere con Él, nunca deja de sorprenderme. Nos ha llamado a todos a sí mismo, a estar cerca. Y si eso me envía a un puesto desolado como Haití; así sea. La forma y el carácter que tome nuestro llamamiento variarán, pero nos convoca a todos de la misma manera. Jesús llama, “Sígueme.”

Cuando me preparaba para escribir este breve artículo, me acordé de cómo nos emocionábamos mis dos hermanos y yo en la mañana de Navidad. Nos levantábamos temprano si nos íbamos a dormir, y nos sentábamos juntos en la parte superior de las escaleras que conducían a nuestras habitaciones de arriba. Estas escaleras también conducían a la sala de estar del primer piso donde nuestros padres siempre colocaban los regalos de Navidad debajo del árbol. Aunque no podíamos ver alrededor de la pared de la escalera para ver los regalos, los tres sabíamos que pronto podríamos disfrutar abriendo los regalos que estaban tan bien envueltos en papel de colores.

Mientras reflexionaba en este momento emocionante, mi mente se dirigió a uno de los momentos más increíbles que el hombre haya conocido. El apóstol Lucas registró este momento cuando dijo: “Pero el ángel les dijo (a los pastores):“ No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas.”(Lucas 2:10-14). ¡Ahora, ese es el regalo más grande que el hombre haya conocido!

Allí, ante sus ojos, se cumplió la profecía de Isaías que decía: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). Ahora, esa en realidad es una razón para estar agradecido—¡el regalo más grande de Dios ha venido al mundo!

Más tarde, Isaías ampliaría su revelación de quién era este Niño cuando dijo: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y conformándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”(Isaías 9: 6-7). ¿Podría esta realidad ser la verdadera “Razón de la época navideña”? Yo enfáticamente diría que ¡SÍ!

Durante esta época navideña, que podamos detenernos lo suficiente para agradecer a Dios por el más grande “Regalo” que se haya dado al hombre y que solo se encuentra en la Persona de Jesucristo—vida eterna y abundante (Juan 14:6) Recordemos compartir nuestro “Regalo” con otras personas que están esperando, cuando mis hermanos y yo íbamos a abrir los regalos que solo nos traerían alegría y felicidad temporales. ¡Compartamos con entusiasmo las palabras de vida eterna a través de Jesucristo en esta época navideña, y traigamos un gozo y una felicidad sublimes en las vidas de aquellos que tienen oídos para oír!

Que Dios los bendiga y que su época navideña sea una en la que experimenten la paz de Dios y bendiciones.

– Bill Goodrich

Jesús dijo: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen… y pongo mi vida por las ovejas.” Juan 10:14,15

El desaliento. Todos los líderes pasan por él, al igual que los hermanos cristianos. Algunos de nosotros lo escondemos mejor que otros, pero el desaliento en el ministerio es una verdadera preocupación. No recuerdo cuántas veces quise dejar el ministerio y volver a fabricar tablas de surfear, era algo que sabía muy bien hacer y era bueno, hasta que el Señor me llamó al ministerio.

Cuando muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con Jesús por algo que había dicho (Juan 6), Él se dirigió a los doce y les preguntó: “¿También ustedes quieren irse?” Su reacción fue la misma que sentí cuando el desaliento me golpeó; “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”

En los primeros días, cuando el pastor Chuck iba a llegar a Hawaii, asamos un cerdo e hicimos que Chuck y su grupo salieran a North Shore para disfrutar de una comida compartida. Tomé a Chuck a solas y comencé a derramar mi corazón para contarle de las personas y de los problemas que tenía en el ministerio. Yo pensé que Chuck tenía las respuestas. El me escuchó pacientemente hasta que terminé y dijo: “Bueno, Bill…la gente será gente,” se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a la comida. Yo he usado mucho esa expresión con los pastores más jóvenes. Gran parte de nuestro desaliento tiene que ver con los problemas de las personas. Resulta interesante que de todos los animales que Dios eligió para compararnos escogiera a las ovejas . ¿Por qué las ovejas? Porque el comportamiento de las ovejas es muy parecido al de los humanos. No es una comparación muy favorecedora. Las ovejas, más que cualquier otro animal, necesitan atención infinita, cuidado meticuloso y vigilancia constante. Las ovejas no se cuidan naturalmente a sí mismas. Las ovejas tienen la mentalidad de amontonarse. Si una camina por un acantilado, otras la siguen. Si una se asusta, toda la manada siente pánico. Phillip Keller, un ranchero en África del Este, en su libro, un Pastor mira Salmo 23, escribe: “Así como las ovejas se siguen ciegamente, habitualmente, estúpidamente a lo largo de los mismos senderos hasta que se convierten en surcos, que se convierten en barrancos gigantes, así también los seres humanos nos aferramos a los mismos hábitos que hemos visto arruinar a otras vidas.”

Hace unos años, en Japón, Hideto Matsumoto de Band-X se colgó con una toalla en la aldaba de la puerta. Al día siguiente, una fanática de 14 años se colgó de la misma manera. Las ovejas tienen una mentalidad de manada. He visto en iglesias cuando alguien se enoja y deja la iglesia, y sus amigos y otras personas lo siguen sin ninguna razón. Tristemente, ese es el instinto de rebaño de las ovejas. Las ovejas son indefensas cuando se dejan solas. Ellas pastan hasta que el paraje queda árido sin buscar nuevos pastos y se mueren de hambre.

Las ovejas se ponen cara a cara con un depredador que se las comerá, mientras otras ovejas miran, sin darse cuenta de que son las siguientes en el menú. Las ovejas no tienen miedo, ni mecanismo de fuga. Los cultos devoran ovejas una tras otra.

Cuando consideramos la composición de las ovejas, comenzamos a comprender el alto llamado del pastor. Las ovejas tienden a martillarse y golpearse unas a otras; no es de extrañar que un pastor las llamara “ovejas de ataque ” cuando se vuelven contra el pastor. Los pastores de Judea tenían una tarea difícil y tediosa. Las tierras de pasto escaseaban a lo largo de la estrecha meseta central, que se precipitaba por abruptos acantilados hasta el desierto seco. Las ovejas vagan por cañones secos o por precipicios peligrosos y el pastor arriesga su vida cuando intenta rescatarlas. Las ovejas son ajenas e indiferentes a ser rescatadas. Un cierto tipo de maleza, si la comen, enfermaría a las ovejas e incluso morirían.

Es desalentador cuando las ovejas en la iglesia toman un curso de acción perjudicial para su salud espiritual y se niegan a responder al intento de los pastores a rescatarlos. A menudo, lobos con ropas de ovejas entran en el rebaño y seducen a las ovejas a las falsas doctrinas o a estilos de vida aberrantes. Para un pastor es doloroso de corazon ver un creyente fuerte, que una vez fue próspero, estar ahora en un lugar de compromiso y carnalidad. Podríamos sentir deseos de tirar al personal del pastor y rendirnos. Y sin embargo, el Buen Pastor, Jesucristo, deja las 99 y va tras la que se perdió. Tal vez ese seas tú. Nosotros también somos ovejas de su prado Sal 100: 3.

El desaliento viene con el llamado, pero tú no tienes que ceder ante él. Él es el mismo Dios que te llamó al principio y ha prometido que nunca te dejará ni abandonará hasta el final. Él es el mismo Dios que te llevará a través de la recta final al cielo y te dirá a ti, y al ministerio que te confió “bien hecho mi siervo bueno y fiel, entra en el gozo del Señor.” Él ha prometido terminar la obra que comenzó en ti. Entonces, no te rindas, sino que entrégate al Gran Pastor de tu alma que te ama y murió por tus pecados. Que el desaliento sea la herramienta que te lleve al trono de gracia y a un lugar nuevo de intimidad y dependencia en nuestro precioso Señor y Salvador Jesucristo. Y recuerda, hasta que lleguemos al cielo, “la gente … seguirá siendo gente.”

Mateo capítulo 9:10-13 registra la historia de Jesús siendo invitado a la casa de un recaudador de impuestos judío. Este hombre era lo que llamaban publicano, un hombre que servía a la Roma ocupante en contra de su propia gente. El recolectaba el dinero de los judíos y era responsable de la recaudación de impuestos de peaje, aranceles de importación, aranceles de licencias comerciales, aranceles de atraque de embarcaciones y una variedad de otros aranceles impuestos a ellos. Gracias a su trabajo, como recaudador de impuestos, él era despreciado. Parte de la razón era que los judíos podían comprar franquicias que les permitían cobrar impuestos, y muchos eran extorsionistas, otros podían sobornar fácilmente y muchos de ellos se hicieron ricos de esta manera y, como resultado, eran odiados por el pueblo.

Según los rabinos, no había esperanza para los recaudadores de impuestos y eran considerados impuros. ¡Su dinero estaba contaminado y corrompía a cualquiera que lo aceptara, y eran declarados como desterrados, clasificados con las rameras, apostadores, ladrones y uno por centros! ¿Es esto así? Bueno, el hecho es que el recaudador de impuestos mencionado en la historia no es otro que el mismo Mateo, uno de los apóstoles elegidos de Jesús.

Después que Jesús llamó a Mateo para que lo siguiera, como respuesta, Mateo abrió su casa e invitó a Jesús a cenar, una invitación que Jesús aceptó. Él fue a la casa de Mateo, y el registra que Jesús se sentó a la mesa en la casa y muchos recaudadores de impuestos y pecadores vinieron y se sentaron con Él y Sus discípulos. Esto indignó a los fariseos, y Mateo registra que cuando los fariseos lo vieron, dijeron a Sus discípulos: “¿Por qué come su Maestro con cobradores de impuestos y con pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores.

Este incidente me recuerda de algo que ocurrió al principio de mi vida cristiana. Acababa de salir del ejército y vivía en casa de mis padres. Cuando estaba sentado en la cocina, oí que tocaron la puerta principal y fui a abrirla. Parado delante de mí estaba un viejo amigo, un amigo que no había visto desde que tenía quince años. Habíamos asistido a la escuela primaria, secundaria y hasta el segundo año de secundaria juntos. Pasamos juntos nuestros primeros años rebeldes de adolescencia y habíamos experimentado beber y consumir drogas juntos. Perdimos contacto cuando él era un estudiante de segundo año en la escuela secundaria, y habían pasado ocho años desde que lo había visto por última vez. Ahora, yo tenía tres años de ser salvo, y él había venido de nuevo a mi vida. Estaba de pie enfrente de mí.

Recuerdo que dijo “¿Cómo te va, amigo? ¿Qué ha estado pasando en tu vida?” Por la forma en que me habló, pude ver que estaba bajo la influencia de alguna droga, alcohol o tal vez una combinación de ambos. Resulta que estaba bajo la influencia de una combinación de alcohol y un barbitúrico conocido como Seconal, o rojos como solíamos llamarlos.

Dijo: “Voy a caminar a la esquina, a la licorería. Voy a comprar un poco de cerveza. ¿Te gustaría venir conmigo? Podemos charlar sobre los viejos tiempos y puedes decirme qué hay de nuevo en tu vida.”

Inmediatamente pensé en mi reputación en el barrio. Por varios años, mis vecinos me conocían como un chico loco y fuera de control. Era conocido por beber, consumir drogas y, básicamente, correr de forma salvaje. Desde que me convertí en cristiano, había hecho todo lo posible por borrar ese recuerdo de sus mentes y realmente quería mantener mi nueva reputación de ser cristiano sin mancha. ¿Cómo podía yo ser visto caminando por la calle con un viejo amigo, que estaba ebrio y se tambaleaba ? los que me vieran iban a pensar que yo había vuelto a mi pasado estilo de vida.

Al principio, tuve la tentación de dejarlo ir solo a la tienda. Pensé que podía dejar que comprara su cerveza y que cuando terminara de beberla entrara a la casa. Pero algo dentro de mí me impulsó a caminar hacia la tienda con él. El Espíritu claramente me recordó que Jesús fue llamado amigo de los pecadores. Obviamente yo no era mejor que Jesús, entonces hice lo que sentí que Él me haría hacer en ese momento. Fui y caminé con mi amigo.

Cuando regresamos, compartí el amor de Jesús con él. Mientras compartía con él, me miró y me hizo una pregunta simple. Él preguntó: “¿Perdona Jesús todo pecado?” Lo miré y le dije que sí, que perdona todo pecado. Él me ha perdonado todos mis pecados y perdonará los tuyos también. Le dije que había mentido, robado, bebido, consumido drogas y muchos otros pecados, pero que Él me perdonó por todos ellos. Luego preguntó: “¿Perdona El el homicidio?” Cuando me hizo esa pregunta, dije, el homicidio no siempre es una acción, sino que es reconocido como un deseo del corazón. Entonces él dijo algo que me hizo detener mis pasos. Dijo, “David, tu no entiendes. Yo asesiné a un hombre.”

Cuando lo miré a la cara, no pude evitar pensar que esto simplemente no era posible. Yo lo había conocido desde que éramos jóvenes, ¿cómo es posible? Entonces el comenzó a compartir conmigo lo que él creía que era un homicidio. Él había estado sirviendo en el ejército y era responsable de llevar documentos clasificados. Mientras llevaba documentos, alguien había tomado su maletín y trató de robarlo. El llamó al ladrón para que se detuviera y, al no hacerlo, gritó una advertencia y procedió a disparar su arma y le quitó la vida al hombre.

Después de compartir con él algunas cosas sobre lo que realmente es el homicidio, y teniendo en cuenta cómo vio sus acciones, volvimos al tema del perdón y compartí con él. Sí, Dios perdona todos los pecados y esto es lo que necesitas hoy. Perdón. Ese día, mi amigo inclinó su cabeza en oración y recibió a Jesús como su Señor y Salvador. Mientras tuve el gozo de orar con él, no pude evitar agradecer a Dios, porque en verdad, Él todavía es amigo de los pecadores.

Este día, tu tendrás muchas oportunidades para ministrar el amor bondadoso de Jesús a aquellos que obviamente son pecadores y otros que esconden bien su pecado. Como ministros del evangelio, no debemos temer amar a los que obviamente, no son conscientes del amor bondadoso de Dios en Jesús. Cuando sea posible, podemos usar las oportunidades que se nos brindan para presentar a nuestro Salvador amoroso a aquellos que todavía van a llegar a comprender el amor de Dios por ellos y Su gracia inconmensurable para con nosotros.

Siempre es bueno que recordemos, como dijo Pablo: “¡Que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros!”

¿Dónde estaríamos si no fuera por la Gracia de Dios? Estoy tan agradecido de que Dios cambiara mi rumbo cuando lo hizo. Quién sabe qué habría sido de mí. Y a pesar de todo, estuve tan cerca de vivir una vida que seguramente habría acabado en el infierno.

Pienso como el gran apóstol Pablo fue convertido y cómo estuvo cerca de su destrucción. Saulo de Tarso estuvo tan equivocado como cualquier otra persona podría estarlo. Un fariseo fervoroso, decidido a acabar con el cristianismo, del que él creía que era un culto. Creyendo estar haciendo la obra de Dios, en su celo, se dispuso a perseguir la iglesia con la pasión de un hombre con una misión. Empeñado a erradicar a todos los que creyesen en Jesús de Nazaret, respirando aún amenazas y muerte, no satisfecho con limpiar Jerusalén, ansiaba perseguir a los creyentes hasta la ciudad de Damasco.

En el capítulo nueve de Hechos leemos que Saulo vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para llevar a cabo su plan despiadado de capturar y traer presos a los seguidores de Jesús y llevarlos de nuevo a Jerusalén para juzgarlos. Casi lo logró, pues la Escritura dice que “yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco.” Fue en ese momento, que por la maravillosa Gracia de Dios, el Señor Jesucristo lo capturó. Él fue maravillosamente convertido y vino a ser en el gran apóstol Pablo, misionero de los gentiles. Su conversión es una historia maravillosa y parte de una maravillosa apologética que demuestra la confiabilidad de los relatos bíblicos de la resurrección de Jesucristo.

La vida consagrada que él paso a vivir, los triunfos maravillosos de su ministerio, han causado que muchos crean que él es el mejor ministro cristiano que jamás haya servido al Señor Jesús. Sin embargo, lo que más me impresiona de su historia, es que casi logra llegar a su fatal destino para cumplir su terrible objetivo. Seguramente lo habría logrado, si Jesús no lo hubiera detenido en su camino. ¡Qué aprehensión más bendita! ¡Qué captura más misericordiosa!

Algunas personas llegan tan peligrosamente a la destrucción. No se dan cuenta de cuan cerca están del límite. Ninguno de nosotros sabe cuánto tiempo habremos de vivir o cuán lejos se nos permitirá viajar camino al infierno. Me preocupan los que juegan con la Gracia de Dios. He visto a hombres y mujeres obstinadamente decididos a hacer su propia voluntad. Ellos insisten obstinadamente en caminar por el camino ancho que desean, en lugar del camino estrecho por el que el Señor quiere que caminen. La trágica verdad es que algunos lo consiguen.

Estoy tan contento de que Jesús haya detenido mis pasos. Yo estaba ciego y desesperadamente perdido, caminando en la dirección equivocada hasta que Jesús me capturó y me cambio de rumbo. A veces miro hacia atrás y pienso en los momentos en que casi logré tener una vida que habría sido la destrucción de mi alma. Yo estaba en una banda de rock antes de ser salvo.

Se nos presentó una oportunidad para ir a Hamburgo, Alemania, y tocar en los mismos clubes en que los Beatles tocaron antes de ser conocidos. Quién sabe qué hubiera pasado si nos hubiéramos ido. Estaba tan enojado con mi guitarrista líder, porque se negó a ir y la oportunidad se desvaneció. Estuve tan cerca. El dejó la banda y sustituí al guitarrista poco cooperativo con un joven guitarrista brillante, Aylwin Wall, de quince años.

Más tarde, él y yo dejamos la banda y formamos un dúo, Malcolm y Aylwin. Empezamos a escribir nuestras propias canciones. Es una larga historia, pero el Beatle George Harrison preparó una reunión con el director del nuevo sello discográfico “Apple” de los Beatles, para que oyera nuestras canciones con la esperanza de que nos firmara con su sello. Nos reunimos con él y tocamos nuestra música para él y nos rechazó. Tan cerca. ¡Oh bendito rechazo! Casi lo logramos. ¿Dónde estaríamos hoy si lo hubiéramos logrado? En lugar de eso, Jesús nos agarró y tuvimos la gran alegría de devolverle nuestro talento y cantar para Su gloria.

Oh, pero si no hubiera sido por Su Gracia, todo pudo haber sido muy diferente. Estoy tan agradecido por Su Gracia, pero no imaginemos que esto no incluye el funcionamiento de nuestra voluntad. No imaginemos que Saulo se quedó sin voluntad para elegir o que la gracia de Dios es irresistible. Muchos años después de su conversión cuando Pablo estaba dando su testimonio ante el rey Agripa, cuando llegó a la parte donde contó su experiencia en el camino a Damasco, dijo: “Por lo tanto, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial.”

”Jesús no le quitó la voluntad a Pablo. Pablo eligió caminar en obediencia a Jesucristo a partir de ese momento en adelante y todos los días a partir de entonces. Cuando Jesús se le apareció en el camino a Damasco, Saulo preguntó: “¿quién eres, Señor?” Y cuando descubrió que era Jesús, su siguiente pregunta fue: “¿qué quieres que haga?” Entrega total y completa al Señor.
Esas dos preguntas resumen toda la vida cristiana. “¿Quién eres, Jesús?” Necesitamos conocerlo. Y luego, “¿qué quieres que haga?” Necesitamos servirle.

Así, Saulo fue maravillosamente convertido, salvo por la Gracia de Dios, después de haber llegado tan cerca al lugar de desastre. ¿Qué dices de ti? ¿Estás dando coces contra el aguijón? ¿Estás haciendo tu voluntad? Espero que no lo logres. Dios te ha dado un día más para que cambies de dirección y te vuelvas a Él. Asegúrate de aprovechar Su Gracia gloriosa.

“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.”
I Timoteo 4:13

Un distintivo esencial de Calvary Chapel es nuestro esfuerzo por declararle a las personas todo el consejo de Dios. Este principio lo vemos ilustrado cuando Pablo se reúne con los ancianos de Éfeso, en Hechos 20. Cuando ellos estaban a la orilla del Mar Egeo, en Mileto, alrededor de la zona costera de Éfeso. Pablo les dijo que estaba limpio de la sangre de todos. “Porque no había rehuido anunciarles todo el consejo de Dios ”(Hechos 20:27).

Ahora, ¿cómo es posible que alguien afirme haber declarado “todo el consejo de Dios”? La única manera que una persona podría afirmar eso a su congregación, sería si les enseñara a través de toda la Palabra de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis. Una vez haya enseñado a su congregación por toda la Biblia, entonces puede decirles: “No he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.”

Esto no se puede lograr con sermones temáticos. Los sermones temáticos son buenos y tienen su lugar, pero cuando se predica temáticamente, es natural predicar solo los temas que nos gustan. Y hay temas en la Biblia que no son muy inspiradores. No entusiasman a la gente, pero son cuestiones necesarias que deben ser tratadas. La tendencia humana, sin embargo, es evitar estos. Si solo se predica temáticamente, también se pueden evitar temas controvertidos o difíciles, y la gente no obtendrá una visión equilibrada de la verdad de Dios. Entonces, la importancia de ensenar la Biblia directamente, es que se puede decir: “No he rehuido declarar todo el consejo de Dios.”

Ahora bien, yo creo que le puedo decir a la gente en Calvary Chapel Costa Mesa: “Les he declarado todo el consejo de Dios”, porque les hemos enseñado desde Génesis hasta Apocalipsis siete veces. Estamos comenzando la octava ronda. Y no omitimos nada. Y es por eso que en la mayoría de las Calvary Chapels, y en las más exitosas, encontrarán la enseñanza sistemática de toda la Palabra de Dios, enseñando a través de la Biblia de principio a fin.

En su mayor parte, el ministerio de enseñanza de Calvary Chapel, es expositivo en estilo. Esto no significa que, en ocasiones, no examinemos un tema en particular, ni enseñemos mensajes de actualidad. No estamos diciendo que los mensajes temáticos sean incorrectos o malos. Ellos tienen su lugar. No queremos caer en legalismos estrictos donde analizamos cada sermón para ver si fue homiléticamente correcto y si se presentó de manera expositiva. Pero, en su mayor parte, buscamos seguir el ejemplo de Isaías que dijo: “Pero la palabra de Jehová fue para ellos mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá.”(Isaías 28:13). Estos versículos están describiendo la reacción de la gente al estilo de enseñanza de Isaías.

Se estaban burlando de su método, pero era un método efectivo. Se quejaban de él, diciendo burlonamente que debía regresar y enseñar a los niños de kindergarten, porque su enseñanza era “precepto sobre precepto; línea sobre línea, línea sobre línea; Aquí un poco, y allí un poco.” Dijeron estas palabras en tono de burla. Sin embargo, es muy importante enseñarle a la gente a través de la Palabra, línea por línea, precepto por precepto. Y cuando lo hacemos, les estamos entregando todo el consejo de Dios.

Otra ventaja de enseñar todo el consejo de Dios es que cuando se presentan problemas difíciles, que se relacionan con problemas en la vida de una persona o dentro del cuerpo de la Iglesia, estos se pueden solucionar de manera directa. No debemos preocuparnos de que la gente piense: “Oh, él se está dirigiendo a mi hoy.” La gente en la congregación sabe que simplemente se trata del pasaje de las Escrituras que se está estudiando ese día. Así que no puede ser, “Oh hermano, él realmente se está metiendo conmigo”, porque se dan cuenta de que están leyendo del Libro directamente y no están saltando de un tema a otro. Simplemente estudiamos directamente a través de toda la Palabra de Dios. En Nehemías, capítulo 8, verso 8, cuando los hijos de Israel habían vuelto de la cautividad y reconstruían la ciudad, los líderes reunieron al pueblo y construyeron una pequeña plataforma. Comenzaron en la madrugada a leer la Palabra de Dios al pueblo. Nehemías 8: 8 declara: “Entonces leyeron el libro en la ley de Dios con claridad, y le dieron el sentido y les hicieron entender la lectura.”

Yo creo que esta es una definición digna de la predicación expositiva – leer la Palabra, darle sentido y hacer que la gente entienda el significado. Me he dado cuenta de que muchas veces no empiezo a entender el significado, hasta que leo un pasaje determinado quizás 50 o 60 veces. De pronto, comienza a integrarse en mi propia mente.

Creo que es útil usar buenos comentarios para ayudar a entender el significado de un pasaje. Aprecio las ideas que Dios le ha dado a otros hombres en los pasajes de la Palabra. Pero al decir que aprecio y leo los comentarios, también debo confesar que muchas veces leo páginas y páginas de comentarios y no obtengo absolutamente nada que pueda usar. A veces, cuando se leen siete comentarios sobre un pasaje en particular, uno está más confundido cuando termina que cuando empieza, porque hay muchos conceptos o ideas diferentes en un pasaje en particular. Entonces, creo que uno de los mejores comentarios sobre la Biblia es la Biblia misma.

Es importante recordar que por lo general, en una Calvary Chapel, no se ven resultados inmediatos o espectaculares de la noche a la mañana. Se necesita tiempo para abrir y desarrollar el apetito de la gente por la Palabra de Dios. Se tardan un poco para crecer. La mayoría de las Calvary Chapels que son plantadas en una nueva región, se tardan un par de años para sentar las bases, preparar la tiera, arar la tiera endurecido, trabajar la tiera y plantar la semilla en a tiera fértil. Entonces hay que esperar. La semilla no da fruto de la noche a la mañana. La semilla tiene que crecer y desarrollarse. Pero, con el tiempo comienza a dar frutos.

La mayoría de los asociados que he observado, han salido y al final del segundo año, han alcanzado el punto de crisis. Por lo general, están desmotivados. Ellos sienten que las cosas no van a suceder donde están. Empiezan a creer que las personas allí son diferentes a las demás y que simplemente no va a suceder. Se sorprenderán de los que han salido y, después de dos años, me han llamado diciendo que iban a abandonar la obra, porque simplemente no estaba sucediendo. Yo los alentaba a que se quedaran unos seis meses más o menos, diciéndoles: “Miren, ya superaron la parte difícil. Han pasado por el arado. Han pasado por el cultivo de la tiera. Han pasado por la siembra. Ahora esperen, observen y vean si algún fruto brota.” Como regla general, el tercer año, es cuando se comienza a ver el fruto como resultado de plantar la Palabra de Dios en los corazones de las personas. “La semilla que cae en buena tierra dará fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.” (Mateo 13: 8). Pero no sucede de la noche a la mañana.

Esto puede ser bastante desalentador cuando hay algunos que llegan con un destello y un fuego, y parecen generar una multitud inmediata. La gente se agolpa para ver los milagros, para observar los fuegos artificiales, y aquí estás tú, simplemente aguantando. No puedes ver mucho desarrollo o crecimiento, y estos otros tipos parecen tener éxito instantáneo. Pero como el Señor le dijo a Daniel: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.” (Daniel 12:3).

El 4 de julio es divertido ver los fuegos artificiales, los cohetes en el cielo, las llamas de gloria y todo el color que llena el cielo. Todo el mundo está “asombrado y admirado”, pero eso solo dura un poco de tiempo. Antes de que te des cuenta, solo son cenizas. Es un gran destello y se acabó. Tienes que determinar en qué cielo quieres brillar. ¿Quieres brillar como una estrella para siempre? ¿O quieres ser como un cohete en el cielo con un destello repentino, que aparece en la escena dramáticamente, pero sin el poder de permanecer?

La pregunta nos ha sido impuesta: “¿Puede un cristiano nacido de nuevo ser poseído por un demonio?” ¡La respuesta basada en las Escrituras y en la lógica es un inequívoco no!

Los defensores de esta doctrina antibíblica usan términos tales como cristianos que son “invadidos por demonios” en lugar de poseídos por demonios. Esto no es más que un juego de palabras y una pantalla de humo para ocultar la debilidad bíblica de su posición.

También presentan una suposición ilógica de que los demonios pueden invadir o controlar la mente o el cuerpo pero no el espíritu. La Palabra de Dios declara que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo que está en nosotros. Se nos dice que glorifiquemos a Dios en nuestros cuerpos y en nuestros espíritus, que son Suyos (I Corintios 6: 19, 20). En II Corintios 6:14-16 se hace la pregunta: “¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial…y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente; como dijo Dios, habitaré entre ellos.”

Decir que el cuerpo o la mente de un cristiano pueden ser poseídos o invadidos por demonios es contradecir la Palabra de Dios y declarar una comunión de luz y oscuridad, que Dios y Satanás viven juntos.

Las Escrituras también nos enseñan que Cristo está sentado en los lugares celestiales, muy por encima de todos los principados y potestades y dominios (Efesios 1: 21,22). Estas son referencias a los seres espirituales – y Cristo está muy por encima de ellos.

¿Dónde estoy como creyente? Según Efesios 2:6, estoy sentado junto con Cristo en los lugares celestiales. Como cristianos estamos en una guerra contra estos principados y potestades (Efesios 6:12). Necesitamos la ayuda de Dios para estar firmes, porque estos gobernantes de las tinieblas pueden atacarnos y lo hacen de diversas maneras. Pero no pueden entrar y tomar el control de nuestras vidas.

Las Escrituras también enseñan que estamos en Cristo y que Él está en nosotros (Juan 14:20). Es Cristo en nosotros que es nuestra esperanza de gloria (Colosenses 1:27). Cristo dijo con respecto a Satanás: “El príncipe de este mundo viene, y no tiene nada en mí” (Juan 14:30). Si estoy en Cristo y Satanás no tiene nada en Él, Satanás no puede tener nada en mí – ¡Alabado sea el Señor! También leemos en I Juan 5:18:

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

¿Qué hay de las experiencias de cristianos que les son expulsados los demonios ? ¿Cuáles son las voces que se nombran a sí mismas, retorcerse en el suelo y la regurgitación? No lo sé. Estoy agradecido de que, ya que no me involucro en estas prácticas antibíblicas, no tengo que explicarlas.

Algunos de los nombres dados por estos supuestos demonios que son los más populares son la lujuria, el odio, la gula mentirosa, la envidia, el miedo y los celos. Estas cosas están clasificadas en Gálatas 5: 19-21 como las obras de la carne. Se nos dice que “dejemos todas estas cosas” (Colosenses 3: 8), o que por el Espíritu “hacemos morir las obras de la carne.” (Romanos 8:13; 6: 3-14). Ni una sola vez se nos manda a que sean expulsadas.

Me parece que todo este tropiezo del cristiano y los demonios es un escape para la carne. A mi me gustaría encontrar una manera fácil de deshacerme de mi naturaleza carnal, en lugar del doloroso proceso de crucificarla, me gustaría que fuera expulsada. También es una forma de escapar la responsabilidad de mis acciones carnales. ¿Cómo puedo ser culpado si “el diablo me obligó a hacerlo”? No existe una pieza de evidencia en las Escrituras de que Jesucristo, sus apóstoles o la Iglesia primitiva alguna vez buscaran expulsar a los demonios de la carne de cualquiera en el Cuerpo de Cristo. Las obras de la carne fueron reconocidas y se nos instruye sobre cómo tratarlas. Nunca se nos enseña que deban ser exorcizadas.

Incluso en los supuestos casos de las Escrituras que confirman que los demonios pueden habitar en un cristiano – tal como Ananías y Safira, “¿Por qué llenó Satanás tu corazón?” (Hechos 5: 3), o Simón el hechicero, “porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.”(Hechos 8:23) Pedro no practicó el exorcismo. En cambio, hubo un juicio instantáneo de muerte en el primer caso y un llamado al arrepentimiento en el otro.

Es triste que muchos cristianos y no cristianos parecen tener un interés mayor en Satanás y en ser poseídos por demonios, que en Cristo y en ser poseídos por Su Espíritu Santo. Los que caen en las prácticas de exorcismo pronto parecen estar buscando y poniendo mayor énfasis en el poder de Satanás para atacar, que en el poder de Cristo para guardar. Los demonios se convierten en el centro de sus conversaciones y enseñanzas en lugar de Jesucristo.

Podemos regocijarnos en la Palabra de Dios: “Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (I Juan 4: 4). “Gracias a Dios Quien nos da la victoria por medio de Jesucristo nuestro Señor!” En Santiago 4: 7 se nos dice a los cristianos que “resistamos”, no que “echemos fuera” al diablo, y él huirá de nosotros.

La santidad. Un cristiano debe ser apartado – deben vivir vidas santas delante de Dios. La santidad es un proceso y no un logro. La Palabra de Dios debe tener efecto en la vida de un creyente; necesitan ser transformados y cambiados (Romanos 12:1-2).

Enoc dejó atrás un notable testimonio. Él no solo caminó con Dios, sino que agradó a Dios, e increíblemente, fue traspuesto por Dios (Génesis 5:24; Hebreos 11:5). ¡Cómo necesitamos más personas piadosas como Enoc en la Iglesia! ¿Por qué? ¡Para que el mundo pueda creer el mensaje del evangelio! Cuando el mensaje de Cristo penetre en nuestros propios corazones, entonces penetrará en los corazones de otras personas. Necesitamos vivir vidas santas para que las personas puedan ver la verdad del amor, la misericordia y la gracia de Dios en nuestras vidas – total y completamente.

Sin embargo, en vez de que la Palabra de Dios sature completamente los corazones de Su pueblo y haga un cambio duradero, la Iglesia – el cuerpo de creyentes en Jesucristo ha permitido que suceda algo terrible. Los cristianos han acogido al mundo en la Iglesia. Hemos perdido el temor de Dios y hemos pecado contra Él, incluso voluntariamente. ¡La Iglesia necesita arrepentirse!

Cuando podemos entrar a ver una película clasificada “R,” o ver pornografía en una computadora, algo está mal. Ya no hay convicción, y avergonzamos a Cristo. Lamentablemente, el mundo ha cautivado a la Iglesia. Sin embargo, Dios busca a la Iglesia que ama. ¿No hemos entendido que somos llamados a separarnos de todas las cosas del mundo? ¿No nos damos cuenta de que los que están perdidos en el mundo, sin salvación, están observando nuestras vidas para ver cómo nos comportamos?

Honestamente, se me rompe el corazón, porque los que no conocen a Cristo ya no creerán nuestro mensaje. Si no creen el Evangelio, entonces se perderán. Me doy cuenta de que dentro de cada una de nuestras vidas, tendremos tremendas batallas espirituales. Satanás quiere descalificar a cada persona personalmente. Entonces, debemos pedirle al Señor que nos llene diariamente con Su Espíritu Santo, para que podamos vivir la vida cristiana.

El apóstol Pablo nos exhorta a vivir vidas santas – vidas separadas: Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús . . . Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación (1 Tesalonicenses 4: 1-2, 7). La santidad es una palabra preeminente en esta exhortación. Somos llamados a ser santificados y separados a Dios mientras vivimos una vida santa delante de Él. Si deseamos agradar a Dios, entonces debemos caminar en santidad. ¿Han causado algún efecto en nuestras vidas estos principios importantes en la exhortación de Pablo? En serio, para que Dios use nuestras vidas al máximo, debemos desechar el pecado. Solo entonces podremos ser verdaderamente efectivos. ¡Solo viviendo una vida de santidad podemos ser ejemplos para la Iglesia, para nuestras familias y para el mundo entero!

El temor de Dios es más importante que ser influenciado por el mundo. Si vamos a copiar a alguien, necesitamos copiar el ejemplo de Jesucristo. Deberíamos querer ser más como Jesús – un siervo. Dios nos usará para amar libremente a las personas, de toda condición social. Jesús ama a las personas. Podemos convertirnos en sal y luz para ellos (Mateo 5: 13-16).

Los cristianos deben ser santificados y separarse de las cosas del mundo. Necesitamos examinar nuestras vidas delante del Señor, para estar listos y que Dios nos use. 1 Pedro 1:15-16 le da a los cristianos este estándar elevado: como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Mientras más se rindan y se sometan los creyentes en Cristo a la autoridad de Dios, más avanzarán a nuevos niveles de logros. Dios quiere ungir y usar nuestras vidas para que seamos poderosos en estos últimos días – apártense y vivan una vida de santidad.

La perspectiva es una cosa extraordinaria, los momentos que experimentamos los más grandes avances en nuestro caminar cristiano, están muchas veces anclados a un cambio de perspectiva divina en nuestras vidas. Cuando luchamos por esfuerzo propio, abrimos nuestros corazones completamente a Dios y vislumbramos Su voluntad…Su perspectiva a través de una Escritura nos habla, por medio una enseñanza que nos convence, por las circunstancias en las que somos puestos, por un canto, por un encuentro divino, por las palabras oportunas de un hermano o una hermana, donde de pronto descubrimos las deficiencias de nuestra propia perspectiva humana, porque vemos en una nueva luz…la luz de Dios.

Para un maratonista o remero de larga distancia, las competencias ponen a prueban cada fibra de su ser, milla tras milla por el camino, o en el agua, su enfoque y determinación se desvanecen, los músculos se irritan, se cansan y duelen. Los pulmones anhelan un respiro pleno y relajado, y la mente se desliza a un ritmo lento que se enfoca en la siguiente zancada o avance por delante. Entonces, no sabiendo que la línea de meta está cerca, miran hacia arriba y la consciencia los inunda. Con el final ahora a la vista, la energía regresa, los músculos se fortalecen, la resolución aumenta, la respiración se acelera y el sprint para el final es activado.

Qué momento tan emocionante para vivir como seguidores de Cristo. El mundo que nos rodea está cambiando rápidamente. Los cambios extremos en la geopolítica, la diapositiva moral que estamos viendo en la sociedad, el debilitamiento constante de la enseñanza y la convicción de Dios en nuestras iglesias. La presión del mundo para sacar a Dios de todas las facetas de nuestras vidas. Las cosas que eran consideradas como absolutas en el sentido común, ahora son cuestionadas y puestas de cabeza.

Más que cualquier otra generación antes de nosotros, ahora podemos observar y contemplar cómo la línea de meta se avecina. Hemos sido bendecidos con una perspectiva espiritual que ninguna otra generación ha visto, y esa consciencia debería inundar a cada uno de nosotros.

Hubo momentos en el ministerio de Jesús en los que El podía atraer a las multitudes con Sus enseñanzas…ya sea cambiando o probando su perspectiva. Jesús vio que las bancas se estaban llenando, las reuniones eran masivas, entonces El predicó deliberadamente un mensaje que disiparía a las multitudes, aquellas que estaban esperando, aquellas constituidas de discípulos de buen tiempo. Ellos se iban a ir, y entonces vemos con el Señor que Él está más interesado en la calidad que en la cantidad, más interesado en el crecimiento espiritual que en un gran número de personas, Él quiere madurez en nuestras vidas, Él quiere profundidad en nuestras vidas, no solo una multitud de personas. Entonces El adelgaza las multitudes como una trilladora de trigo cuando lo levanta y el viento sopla la paja.

Ahora grandes multitudes iban junto con Él; y se volvió y les dijo: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14:25 (NASB)

Ahora, por el idioma griego de ese momento sabemos de Jesús que el “aborrecer” que se usa aquí (μισέω miséō) no se usa de la misma manera que normalmente pensamos en el término hoy en día: “Cada miembro de la familia del hombre es un ser humano, y el amor mostrado a los humanos en comparación con el amor mostrado a Jesucristo, Dios en la carne, debe ser tan diferente que el primero parezca como odio” (Diccionario CWSB). Entonces podemos entender esto como amar menos.

Este comienzo del “avivamiento” de Jesús nos lleva directamente al corazón de las cosas. “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” Seguido del consejo de tomarse realmente el tiempo para obtener una comprensión completa de las consecuencias y recompensas de lo que significa seguir a Cristo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

Ahora tenemos las palabras de Jesús delante de nosotros, y podemos leer del resultado que estas palabras produjeron en las multitudes de Su día; pero en el aquí y ahora estas palabras nos están hablando a la luz de la perspectiva espiritual dada a nosotros por los tiempos en que vivimos (nuestra mirada hacia arriba). La línea de la meta hacia la eternidad se está agrandando, y a medida que se va acercando más y más, con la eternidad a la vista, ¿Está regresando nuestra energía espiritual, se están fortaleciendo los músculos espirituales, está aumentando la resolución espiritual, se está acelerando la respiración espiritual y el sprint para el final?

Cristianos, este es el momento para que cada uno de nosotros reflexione y cuente verdaderamente el costo de seguir a Jesús. ¿A qué lado del avivamiento está cayendo tu vida?

Bill Stonebraker

Recientemente visité una parte del país donde las Calvary Chapels han luchado por ganar terreno. Fui informado de dos pastores, que después de veinte años de ministerio, estaban pensando en cerrar sus iglesias. Yo he conocido a estos hombres desde hace muchos años, y los considero pastores capaces. Ahora, después de veinte años, las circunstancias han chocado para causar que consideren cerrar sus puertas. Esta no es la historia que de Calvary Chapel nos gusta escribir. Preferimos la mega iglesia con mega éxito – los grandes edificios, grandes multitudes, múltiples ministerios, misiones por todo el mundo. Esto facilita la lectura y es una forma menos problemática de conectar los puntos. A los pastores novatos les decimos: “Ministren con el método de Calvary Chapel y la gente vendrá.” Me pregunto si en Calvary Chapel hemos creado nuestra propia doctrina de prosperidad para que la iglesia crezca.

La verdad es que cuando Dios llama a alguien al ministerio cristiano, no hay garantía de las contribuciones numéricas. Dios nos llama a ser fieles. Su soberanía y Su espíritu son los responsables de los resultados. Jesús dijo: “El Reino de Dios está dentro de vosotros.” La obra del Reino se lleva a cabo individualmente en el corazón de la persona, sin importar dónde estén sentados sus cuerpos o cuántos cuerpos estén adyacentes. Construimos grandes santuarios para acomodar más personas, pero la obra del Rey Jesús se realiza en la privacidad del corazón, sin importar el alojamiento de ladrillo y mezcla que hayamos colocado. ¿Cuántos auditorios espaciosos que una vez alojaban multitudes de personas que buscaban a Jesús, ahora están fríos y vacíos? En última instancia, el embellecimiento físico de la iglesia es irrelevante.

Al evaluar mi ministerio y sus resultados, he llegado a la conclusión de que el edificio que construimos y las acumulaciones que reunimos, fueron solo un medio para alcanzar las almas de las personas. Y son esas personas – sus vidas, sus familias, su destino – las que constituyen el Reino de Dios. Si mañana cerramos los programas y demolemos el edificio, ¿disminuirá eso lo que se hizo durante tantos años en el corazón de las personas? Toda la evidencia tangible de nuestro ministerio puede borrarse en un instante, pero el cielo lo mira de manera diferente. Los pastores no siempre están al tanto de las medidas que Dios usa para determinar lo que sucede en el reino invisible. Dios mira las almas salvadas, el amor demostrado, la Palabra enseñada, la fidelidad del pastor, incluso durante tiempos difíciles. Y al final, el cielo reparte sus recompensas como corresponde. Como se nos dice en Daniel 12: 3, “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.”

Entonces, pastor, incluso después de que haya laborado durante veinte años, y su contrato de arrendamiento haya terminado, y su edificio vuelva a ser un local comercial, y las personas que queden hayan encontrado otra iglesia hogar, eso no invalida lo que Dios hizo a través de usted durante dos décadas. Contrario a nosotros, el cielo nunca confundió el embellecimiento físico de la iglesia como un adelanto del Reino. El cielo mantuvo sus ojos en la redención de las personas – y no solo en cuántas personas, sino cuán cuidadosamente lo hizo. Y esta continúa siendo la evaluación del cielo para el futuro. Así es como Dios todavía le puede decir al pastor a quien no le queda nada más que mostrar por sus esfuerzos, “bien hecho, siervo bueno y fiel.” Tal vez su tiempo en esa parte del campo ya haya acabado y Dios lo necesita en otra parte.

Como adolescente fui apagado totalmente por la iglesia tradicional y su gente. Mi indiferencia no se debía a la falta de sinceridad o amor de parte de ellos. A decir verdad, yo simplemente quería pecar, entonces me alejé de la iglesia y de la gente de la iglesia, ¡y pensé que nunca la volvería a recordar!

Cuando algún evangelista ardiente se cruzaba en mi camino, yo tenía formas de ignorar su entusiasmo con bastante facilidad. Cuando algún representante concurrente intentaba “suavizar” su modo, para compartir el evangelio en mi vida, yo podía identificarlo a una milla de distancia, pero permanecía indiferente. Sin embargo, al final, fui influenciado a volver al Señor por la más desagradable de todas las tácticas: un amigo exigente de la familia, me habló en el momento en que mis filosofías de fabricación propia se habían estrellado y quemado. Mientras que en ese momento me encantó descubrir que el Movimiento de Jesús tenía un aspecto contemporáneo que me hacía sentir más cómodo, la “cercanía” de esos cristianos fue simplemente el glaseado del pastel. ¡Yo era de Dios fuera como fuera!

Después de crecer en Calvary Chapel, unos años después de mi conversión, y finalmente al ser llamado al ministerio a través de Calvary, fui bendecido al encontrar un lugar donde encajé socialmente. Pero esos intangibles sociales no fueron nada que se comparara a los grandes elementos esenciales de la fe cristiana que yo estaba ingiriendo. ¡Los elementos esenciales de permanecer profundamente en la Palabra de Dios, de centrarse en Jesús y de aprender una nueva dependencia del Espíritu Santo fueron vida a mi alma!

Hace unos años, un pastor conocido internacionalmente, me hizo una pregunta importante, preguntándome de qué se trataba Calvary Chapel. Supongo que pretendía desafiar la relevancia de la enseñanza bíblica expositiva, como forma de llegar a la gente en su localidad.

Mi respuesta fue, que los pastores de Calvary Chapel no solo creen en la enseñanza expositiva. Creemos en el efecto de la enseñanza y predicación expositiva en el poder del Espíritu Santo. Un pastor lo expresó bien: en cada mensaje debe haber leche, carne y maná, lo cual, es aquella palabra oportuna y aplicable que se extrae de cualquier Escritura que se esté enseñando. Después de un mensaje, no puedo contar con qué frecuencia he escuchado a las personas decir que Dios les estaba hablando directamente. Muchas veces he dicho que mientras titubeo con palabras para comunicar la Palabra asombrosa de Dios, Él está teniendo una conversación privada utilizando esas mismas palabras para llegar al oyente.

Aquel pastor que me cuestionó también me había preguntado cómo exponer acerca los hechos del profeta Elías en el Antiguo Testamento, por ejemplo, y podría impactar a los de su iglesia. En su campo de servicio, dijo que había muchos colgando de un hilo y que tienen una gran necesidad del Evangelio sencillo.

La idea de lo que significaba el Evangelio sencillo, hizo girar mi cabeza. Sí, sabemos que podemos expresar el Evangelio en términos simples. Pero algunos llevan el argumento hasta tal punto que uno puede condensar toda la Biblia en un mensaje simple y esencial del Evangelio. Eso podría ser posible, pero entonces deja algunas preguntas: “¿Por qué molestarse más con el Antiguo Testamento, si ya tenemos el Nuevo Testamento?” Algunos grupos incluso han sentido la necesidad de dispensar el Nuevo Testamento, tal vez con Salmos y Proverbios adjuntos. Sí, es menos costoso, pero ¿nos falta algo aquí?

¡Aquí es donde el genio de la Palabra de Dios entra! Dios habla todo Su consejo a nosotros. Somos edificados sobre el “fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20). Cuando una madre le habla a su bebé, ella lo hace con la idea de que mientras él no entiende lo que está diciendo ahora, cuanto más le hable, más comprenderá, y con el tiempo aprenderá ese idioma. De hecho, los estudios muestran claramente que las madres que participan en la comunicación verbal cara a cara con sus bebés, ven una diferencia dramática en la comprensión y la capacidad de hablar de ese niño, comparado con las madres que no lo hacen. Algunas madres han aprendido de manera difícil, que reducir el lenguaje infantil a un lindo balbuceo para bebés, solo ha impedido que sus hijos no aprendan a hablar correctamente.

¿Somos nosotros lo suficientemente inteligentes como para decidir lo que un creyente joven puede controlar? ¿No deberíamos alentarlos a leer toda la Biblia? Los pedagogos inteligentes que revisan las dificultades de la Palabra de Dios, podrían solo perjudicar a los creyentes que necesitan una dieta sólida de todo el consejo de la verdad de Dios.

Es cierto que en nuestros barrios hay lugares que albergan un mundo de quebrantamiento, con personas deslizándose hacia la eternidad cada hora. Entonces, si yo me acerco a un miembro de los Bloods o Crips del barrio, ¿sería mi primer pensamiento compartir de la “nube del tamaño de la mano de un hombre” de la narrativa de Elías? ¡Probablemente no! Bueno, tal vez, si la ocasión lo amerita. Después de todo, ¿Hay alguna referencia en el Antiguo Testamento que no tenga una aplicación contemporánea?

Quizás, seguiría con mi tema de Elías, acercándome al miembro de la pandilla con el relato de que Dios obra a través de un pequeño remanente, la nube, podría muy bien hablarle. Podría darse cuenta de que toda la bravuconada de su ego para controlar a sus contemporáneos, no se puede comparar con las pequeñas maneras en que Dios afecta el verdadero cambio. No desprecies el día de las cosas pequeñas, ya que después de todo, Jesús se convirtió en un bebé en un pesebre. Tal vez ese miembro de pandilla también se pregunte, cómo un pastor no teme decirle la verdad. Después de todo, “Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan.” (Proverbios 30:5).

¡Todo el consejo probado de la Palabra de Dios es importante! Para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio y profundizarlos para ser guerreros espirituales, Juan escribe: “sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.” (1 Juan 2:14). Y de la palabra de Dios, el salmista declaró: “¿No magnificará El Su Palabra sobre todo Su Nombre?” (Salmo 138:2)

Jesús también comparó Su Palabra con la semilla que cae en el suelo. Cada semilla tiene una cadena de código genético que guía cada detalle del crecimiento y la calidad de la planta. Una sola bellota contiene toda la información necesaria para crear un futuro y enorme roble.

Así también la Palabra de Dios, que es como una semilla plantada en el corazón humano, tiene todo lo que necesita para formar una creación nueva y magnífica. El ADN espiritual en esa pequeña semilla, tiene incluso el poder de reescribir nuestro código corrompido de existencia. La Palabra de Dios puede, en realidad, cambiar las vidas que se han entregado por completo a la drogadicción y muchos otros vicios. ¡Este es el poder de la Palabra de nuestro Dios viviente! Nuestra hábil reducción del Evangelio a unas pocas palabras podrían ser suficientes para capturar a ese miembro de la pandilla, para convencerlo de pecado, pero él va a necesitar una serie completa de la verdad de Dios para entrar en la plenitud de Dios y Sus propósitos.

Jesús incluso habló con más fuerza sobre esto a sus discípulos en Juan 6:63, “Las palabras que yo os hablo son espíritu y son vida.” Las palabras son más que palabras. Dios habla y nos transforma por la palabra implantada en nuestros corazones. ¡Tú no serás el mismo!

El analfabetismo bíblico está en su punto más alto, incluso entre las iglesias evangélicas. Correr con unas pocas tartas espirituales podría proporcionar energía temporal, pero sin la dieta sustancial de la Palabra de Dios, los cristianos vacilarán cuando los desafíos más profundos lleguen. Necesitamos una dieta equilibrada del Antiguo y del Nuevo Testamento, enseñada fielmente e iluminada por el Espíritu Santo de Dios.

En una nota personal, yo quiero exhortarlos a todos, y especialmente a aquellos en el ministerio. Como pastores, puede ser fácil profesionalizarse y hacer del tiempo que pasamos estudiando para enseñar, el único tiempo que pasamos en la Palabra de Dios. Así como soy de resuelto para “estudiar a morir, y para orar para volver a vivir,” así también soy igualmente de decidido, para no descuidarme de mi estudio personal. Necesito abrir la Palabra de Dios para mí, aparte de lo que estoy preparando para un mensaje, y dejar que Dios me hable personalmente. Al hacerlo, estoy seguro de que Su Palabra está causando su efecto en mí. Entonces, y solo entonces, estoy preparado para profundizar en mi estudio para la comunión con la iglesia.

Volviendo a nuestro compromiso con todo el consejo de la Palabra de Dios, entiendo que puede haber algunos de nosotros que se vuelven perezosos en la preparación de sus sermones, creyendo que solo necesitan recurrir a un versículo, hacer un comentario o dos, antes de ir al siguiente verso, y así sucesivamente. ¡No es así pastores! Como regla general, habitualmente yo dedico al menos de 10 a 15 horas de estudio por cada hora que hablo. Estudien la Palabra antes de enseñarla. Dediquen tiempo para preparar esa comida perfectamente equilibrada de leche, carne y maná.

Pero si en un extremo vemos una forma perezosa de enseñanza de verso por verso, y por el otro extremo, hemos visto mucha diligencia dedicada a idear todo tipo de artimañas, accesorios y humor, que también están muy por debajo del punto. Yo estoy seguro de que no existe una metodología humana capaz de alcanzar a los cristianos narcisistas de tercera generación, por no mencionar un mundo a la deriva y desprovisto de Dios. Pero la Palabra de Dios puede cortar los corazones más difíciles.

Esto me trae de nuevo a mi respuesta que le di al pastor que preguntó por Calvary Chapel. Creo en enseñar y predicar toda la palabra de Dios en el poder del Espíritu Santo. ¡Estoy seguro de que la Palabra de Dios no volverá vacía!